Inventos de cocina: Carrot cake

Hola a tod@s, aquí vengo con nueva receta, ¡un carrot cake!

Antes de nada, os aviso, mi cámara se ha estropeado y las fotos son hechas con el móvil, así que siento someteros a observar unas fotos taaaan malas pero hasta que alguien no me quiera regalar una réflex esto es lo que hay (¿colará? jiji).

Me gustaría decir en qué recetas me he basado pero he hecho un mix de muchas, puede que de la que tenga más es del libro 500 pasteles, de Susannah Blake, pero es que además es una adaptación de unos carrot cupcakes que hago, así que no sabría qué decir. Para el forsting, he querido que sea medio light, así que esto es 100% inventado y ¡ha salido bueno! Para los buttercream y todos los “creams” siempre uso mantequilla, pero esta vez se me ha dado por poner algo diferente y de origen vegetal, no me preguntéis porque, tenía uno de esos días de querer probar algo diferente y, aunque yo siempre he estado en contra de utilizar margarina para los rellenos, esta vez fue una buena opción.

Os pongo cantidades para una tarta normalita, aunque la que vais a ver en la foto es grande, lleva el doble de ingredientes de los que os especifico, de hecho hice dos bizcochos, luego monté uno encima del otro con una capa de la crema de queso en medio, ya que era una tarta para 18 personas , para una cena familiar y nosotros somos de comer, sabía que muchos no tendrían bastante con un pedacito, jeje.

Ingredientes para la masa:

4 huevos
200 gr azúcar moreno
50 gr azúcar blanco
300 ml aceite de girasol
160 gr harina normal
140 gr harina integral
2 cucharaditas rasas de levadura
400 gr zanahoria rallada
120 gr nueces
2 cucharaditas de canela bien llena
1 pizca de nuez moscada
1 cucharadita de esencia de vainilla
Ralladura de 1 naranja
Ralladura de 1 limón

Ingrediente frosting de queso:

600 gr queso de untar (¡no light!) bien frío
8 cucharadas margarina (he usado marca Flora) a temperatura ambiente
6 cucharadas de aspartamo en polvo (lo sé, es muy malo, pero por una vez, tenía que hacer algo que no llevara mucho azúcar)

Preparación:

Ponemos a calentar el horno a 180 ºC.

Preparad un molde forrado con papel para hornear antes de iniciar todo el proceso, veréis lo bien que os va luego que en un plis lo tenéis listo y para desmoldar es un visto y no visto.

Antes de empezar a mezclar ingredientes, aseguraos de tenerlo todo a punto (piel de la naranja y zanahoria rallada, todos los ingredientes pesados…) porque así lo tendremos todo controlado y será un plis.

En un bol mezclamos el aceite con los azúcares y, cuando esté bien integrado, podemos añadir los huevos previamente batidos, aunque yo monto las claras y bato las yemas a parte para añadirlo después, me da la sensación de que el bizcocho sale más esponjoso. Añadimos la esencia de vainilla y mezclamos.

A la mezcla le añadimos las harinas tamizadas con la canela y mezclamos bien con unas varillas manuales, aunque si no lo tamizáis tampoco va a pasar nada.

A continuación añadimos la zanahoria, ralladura de naranja y limón, las nueces en trocitos y lo mezclamos muy bien.

Echamos la masa en el molde y lo introducimos en el horno durante 45 minutos a 180ºC.

Cuando lleve 22 minutos bajamos a 175ºC y lo cubrimos con papel de aluminio para que no se nos queme la parte de arriba.

Una vez han pasado los minutos de horneada pinchamos con un palillo para asegurarnos de que está a punto, si sale seco es que lo tenemos que retirar del horno.

Lo colocamos en una rejilla para que se enfríe un poco y a los 5-10 minutos lo desmoldamos, poniéndolo boja abajo.

Si lo queréis hacer doble repetís todo el proceso, si no podéis ir directamente a preparar la crema de queso, con la que cubriremos la tarta una vez esté fría.

Ahora vamos a preparar nuestro frosting de queso (digamos) medio light. Digo medio porque el queso de untar tiene que ser normal, si no la consistencia no será la adecuada, pero he utilizado aspartamo en polvo en vez de azúcar glas y, aunque no es lo más sano del mundo, le resta unas cuantas calorías al a receta.

En un bol pondremos la mantequilla y la batimos con unas varillas eléctricas durante un par de minutos, añadimos el aspartamo y volvemos a batir un minuto más. Ahora sí, toca incorporar el queso crema, lo batiremos un poquito más hasta que esté todo integrado y ya tenemos nuestro frosting listo.